Friday, March 04, 2011

Jaime Ministral Masià: Una curiosidad sobre ¡Vaya Equipo!

Decíamos ayer:

LIBROS JUVENILES
¡Vaya equipo! Editorial Durán. Biblioteca Robinson nº 1. 1946 – J. Ministral Masià
Libro juvenil, la obra más antigua que le conozco, que dentro de su sencillez es delicioso.
(No incluyo la imagen de cubierta ya que mi ejemplar no tiene sobrecubierta)



Pues bien, hace un tiempo conseguí un ejemplar con sobrecubierta.


Un dibujo muy de aquella época, precioso, obra de A. Batllorí Jofré que también se encargó de las ilustraciones interiores. Siendo el número 1 vemos como la Editorial Durán confiaba en Ministral al encargarle la novela que marcaría el tono de la colección.

En la sobrecubierta se indica el precio; 20 pesetas lo que indica que no era un producto precisamente popular pese al nombre de este blog. La edición en rústica, de la que no he visto ningún ejemplar, se ofrecía por 16 pesetas. También se anunciaban los próximos títulos.

Hasta aquí todo correcto y normal. No hay sorpresas. Hasta que encontré el siguiente libro.


Una segunda edición del libro. O no.


Con sobrecubierta también de Batllorí en el interior del libro no se indica que sea una segunda edición que es donde normalmente aparece. Sólo aparece mención en la sobrecubierta.


Me gustaría saber a qué es debido esto porque no es la primera vez que me lo encuentro. En alguna de las míticas novelas de Robert E. Howard de la Editorial Mateu (a las que dedicaré un futuro post) me he encontrado el mismo caso. Mi teoría es que en realidad no es una segunda edición. Son los sobrantes de la primera edición y ya sea porque la sobrecubierta se dañó en la devolución o porque se quería dar la sensación de ser un "nuevo" producto se les ponía una nueva sobrecubierta.


Bueno, más allá del tema de la sobrecubierta, me reitero; una deliciosa novela que en algunos momentos traspasa la barrera de lo "juvenil".


2 comments:

soldevilla said...

"Vaya equipo" es una excelente novela juvenil. Por un lado es heredera de las novelas de este género que había popularizado en Catalunya el denostado -injustamente- Josep Maria Folch i Torres, al que nunca se le personó ser un auténtico autor popular. Pero Ministral fue más allá de los planteamientos de Folch i Torres -con frecuencia conservadors o, cuando menos, decimonónicos y postrománticos- y propuso una novela de formación adolescente donde el deporte y el trabajo en equipo se convierte en un auténtico camino de madurez. Ministral abrió la puerta de la literatura juvenil que triunfaría años después en nuestro país con la difusión vía Molino y Juventud de Blyton y otros autores preferentemente anglosajones.

Marqués de Ferblanc said...

Amigo Soldevilla:

¿Qué más puedo añadir? Usted lo ha dicho mejor que yo. Eso sí, es descorazonador el ejemplo que usted comenta de Folch i Torres. Parece un mantra "si escribes para el pueblo o para formar al pueblo no se te perdonará nunca".

Saludos,

Marqués de Ferblanc